8 de marzo de 2025
En 1568 Jean Bodin elaboró la primera teoría de la inflación al analizar el impacto que provocaba en los precios la entrada masiva de metales preciosos procedentes de las colonias españolas de América. A lo largo de la Historia, el incremento de los precios ha sido un fenómeno constante que ha condicionado la riqueza de entidades y particulares. Definida como el crecimiento generalizado y continuo del precio de los bienes y servicios de una economía, la inflación actúa como un impuesto silencioso que socaba el poder adquisitivo y exige adoptar estrategias de inversión que eviten la devaluación del ahorro.
Provocada a veces por un exceso de demanda o por déficit de la oferta, otras por el aumento de los costes (materias primas), en ocasiones por la aplicación de políticas monetarias (incremento de la emisión de dinero por encima de su demanda), otras por las propias expectativas de futura inflación que ocasiona el adelanto de la subida de precios… Ha sido objeto permanente de estudio por los economistas que han debatido sobre sus causas y los medios para su control (keynesianos vs monetaristas).
De los índices que pueden tomarse para representar el nivel general de los precios, el más utilizado es el Índice de Precios de Consumo (IPC), que indica el coste de una cesta de bienes y servicios consumidos por una economía doméstica representativa. En España este estudio corresponde al Instituto Nacional de Estadística, que analiza todos los meses 210.000 precios de 955 artículos en 29.000 establecimientos de 177 municipios de nuestro país. El estudio se realiza en 12 sectores económicos con diferente ponderación en el total. Una variante es la Inflación Subyacente, en la que no se toma en cuenta los precios de los alimentos no elaborados ni de la energía, debido a que son productos con mayor volatilidad en el precio (episodios climáticos, época de cosechas, alza materias primas…), así las perturbaciones transitorias son excluidas y resulta más fiable para medir la inflación a medio plazo.
Pero ¿y cómo impacta todo esto en el ahorro? Expliquémoslo conociendo datos. La última Encuesta de Competencias Financieras (2023, datos 2021) del Banco de España señalaba que el 70% de los adultos españoles había ahorrado en los últimos 12 meses. El 68% de estos ahorradores lo había hecho mediante «acumulación» en una cuenta corriente. Un 40% había ahorrado en metálico (popularmente, «lo había guardado en el colchón») ya fuera combinando esta opción con otros tipos de ahorro o de manera exclusiva. Según datos del tercer trimestre de 2024 del Banco de España, el valor de los activos financieros de los hogares españoles ascendió a 3,07 billones de euros (aquí no se incluye lo que está ahorrado en metálico), un 37% en cuentas bancarias. Intentemos imaginar cuanto dinero no produce ningún interés ni se revaloriza…
Esta es la evolución en España de la inflación y cómo se ha revalorizado hasta hoy un bien que valía 100 en cada uno de los siguientes años:
Ejemplo: un bien que valía 100 en febrero de 1965 vale 3.432 en febrero de 2025, 100 en febrero de 1970 vale 2.698 en febrero de 2025…
1965 | 3.432 | 1985 | 363 | 2005 | 153 |
1970 | 2.698 | 1990 | 265 | 2010 | 136 |
1975 | 1.559 | 1995 | 204 | 2015 | 126 |
1980 | 662 | 2000 | 180 | 2020 | 120 |
Datos del Instituto Nacional de Estadística
Si lo ahorrado no se revaloriza del mismo modo que crece la inflación tenemos una pérdida financiera: cada vez nuestro ahorro vale menos y tenemos menos poder adquisitivo. Siguiendo la tabla, si ahorré 10.000 € en el año 2000, hoy debiera haber generado un interés para igualar los 18.000 € hasta los que ha aumentado el coste de la vida. Desgraciadamente, esto apenas se cumple. La inmersa mayoría del ahorro no genera rendimientos por encontrarse en cuentas corrientes (o «en el colchón»), o en productos que no generan interés suficiente para igualar la inflación. Muchas veces se oye «no quiero arriesgar porque no quiero perder» cuando la realidad es que un impuesto silencioso llamado inflación nos está garantizando la pérdida. La solución: un buen asesoramiento para realizar planificaciones a largo plazo que nos permitan realmente ganar dinero batiendo el incremento de precios.
Alejandra Blanco González