29 de marzo de 2025
Nacido en 1894 (Londres), con un año de vida su familia se traslada a Nueva York donde su padre fallecerá en 1903, lo que dejará a la familia durante varios años en una situación económica muy apurada. En 1914, con 20 años, Benjamin Grossbaum (Graham desde 1917 al sustituir su apellido de origen alemán) se licencia en Ciencias por la Universidad de Columbia. Domina el griego y el latín, además de mostrar un profundo interés por las matemáticas y la filosofía. A pesar de esta formación tan alejada de los negocios, comienza a trabajar en Wall Street colocando bonos y cotizaciones de acciones en una pizarra por 12 dólares a la semana. Pronto asciende para encargarse de la redacción de informes y llega a tener participaciones de la empresa. En 1919, a los 25 años, gana 600.000 dólares al año, casi nueve millones de dólares de nuestros días…
En 1926 funda la empresa de inversiones Graham-Newman (donde será contratado Warren Buffet en 1954). A pesar de que la empresa sobrevivió al crack de 1929, Ben Graham se arruinó con esa crisis y, por segunda vez en su vida (la primera fue con la muerte de su padre), vuelve a empezar de cero. Para recuperarse, encuentra la inspiración en su Universidad, donde comenzó a dar clases nocturnas. La seguridad de un puesto universitario le permitió tener la oportunidad de iniciar una bibliografía que será histórica.
Después de cuatro años de preparación junto con David Dood, otro profesor de la Universidad de Columbia, publica en 1934 lo que se convertiría en un tratado ejemplar sobre la actitud prudente ante la inversión: «Security Analisis«. La tesis central del texto es que una cartera de acciones ordinarias bien formada y diversificada, basada en precios razonables, puede ser una inversión segura. Poco antes de morir, en 1976, Graham había iniciado la revisión de la quinta edición de esta obra. En 1949 saldrá a la luz el libro considerado por muchos como el texto de inversión más importante del siglo XX: «The intelligent investor». En esta obra establece los fundamentos de la Inversión en Valor. Graham predica la importancia de comprender, desde el enfoque matemático de un análisis fundamental, el concepto de valor intrínseco de una empresa: los inversores que lo estimaran con precisión serían capaces de comprar acciones a un precio más bajo y obtener beneficios en el mercado.
A lo largo de su obra Graham pretende dar solución a varias cuestiones. La primera, la falta de una definición clara de inversión y la diferencia con especulación: «llamaremos inversión a una actividad que, tras un análisis exhaustivo, garantiza razonablemente la seguridad del capital y un beneficio satisfactorio; llamaremos actividades especulativas a las que no cumplan estas condiciones». La segunda aportación de Graham fue una metodología concreta para comprar acciones ordinarias como inversión no especulativa. Este método se basa en la noción de margen de seguridad, un concepto desarrollado a partir de su experiencia en la crisis de 1929, un método para identificar las acciones infravaloradas independientemente de la situación general del mercado: una acción tiene margen de seguridad cuando su precio es inferior a su valor intrínseco, y cuando una buena parte del valor intrínseco de una compañía está compuesto por valores cuantitativos (balance, cuenta de resultados, activo y pasivo, beneficios y dividendos…), las potenciales pérdidas del inversor estarán limitadas.
Benjamin Graham siempre aconsejó al inversor que intentara moverse con cautela, solía decir que uno de sus mayores lastres era su buena memoria. El recuerdo de las dos veces en su vida en las que se arruinó le empujaron hacia un enfoque inversor que priorizaba, antes que el potencial crecimiento, protegerse frente al riesgo. Según él, había dos reglas fundamentales: la primera es «no pierda usted dinero», la segunda «no olvide la primera regla». Cuando falleció, Warren Buffet le definió como «el mejor inversor que jamás haya existido».
Alejandra Blanco González