28 de septiembre de 2024
Antes de la entrada en vigor de la Ley 12/2022 sólo los trabajadores por cuenta ajena podían disponer de un Plan de Empleo a través de sus empresas. Con esta nueva ley de “Regulación para el impulso de los Planes de Empleo” también los trabajadores autónomos pueden ser partícipes de un Plan de Empleo. La nueva legislación permite proporcionar una alternativa de ahorro a largo plazo que garantice una jubilación más segura para este colectivo. Así, los nuevos Planes de Pensiones de Empleo Simplificados (PPES) se presentan como una solución esencial para asegurar un ingreso adicional en la jubilación de los trabajadores autónomos.
El posterior desarrollo normativo (RD668/2023), que modificó el Reglamento de Planes y Fondos de Pensiones, dota a los nuevos PPES de dos ventajas que mejoran las condiciones respecto de los Planes de Pensiones Individuales (PPI) :
Gastos más reducidos: la comisión de gestión máxima de un PPES es del 0,30% mientras que en los Planes de Pensiones Individuales puede llegar al 1,50% (PPI renta variable).
Posibilidad de realizar mayores aportaciones: el límite es de 4.250 € anuales a un PPES, a los que se pueden añadir 1.500 € anuales a un PPI. Así el autónomo puede aportar anualmente a planes de pensiones un total de 5.750 €.
Las aportaciones son flexibles, ya que los autónomos pueden adaptar sus contribuciones a su capacidad económica en cada momento, sin obligaciones fijas, lo que les permite gestionar su ahorro de acuerdo con sus necesidades y disponibilidad financiera. Además, es posible diversificar las inversiones: estos planes permiten invertir en una amplia gama de activos, desde renta fija hasta variable, ajustando la estrategia de inversión según el perfil de riesgo del ahorrador y el horizonte temporal hasta la jubilación.
Al igual que los Planes de Pensiones Individuales, las aportaciones a estos PPES reducen la base imponible del IRPF, lo que supone un ahorro fiscal considerable. Esto permite a los autónomos pagar menos impuestos durante su vida laboral mientras acumulan un capital para la jubilación, aunque se permite la disponibilidad del capital cuando concurran algunas contingencias (invalidez, enfermedad grave, desempleo…).
Los Planes de Pensiones de Empleo Simplificados son un complemento ideal a la pensión pública ya que, al depender únicamente de su cotización, la de los autónomos suele ser inferior a la de los asalariados (según datos de la Seguridad Social, 8 de cada 10 autónomos cotiza por el mínimo). Así, los PPES se convierten en una herramienta clave para complementar estos ingresos y garantizar una jubilación más cómoda, ayudando a planificar el futuro con mayor tranquilidad y asegurando que se dispondrá de un capital adicional que permita mantener el nivel de vida deseado durante la jubilación. Los únicos requisitos: ser autónomo, residencia en España, y tener más de 16 años.
Alejandra Blanco González
