19 de octubre de 2024
Los historiadores no se ponen de acuerdo para definir hasta donde llegó el alcance de los acontecimientos que vivió la Bolsa de Nueva York los últimos días de octubre de 1929. Con la perspectiva del tiempo, y conocidos los hechos acontecidos en el mundo en la década de los años 30, no es difícil imaginar el impacto que supuso…
No es exacto hablar de un día concreto, pues antes del jueves negro 24 de octubre, hubo un lunes negro 21 de octubre y, posteriormente, hubo un martes negro 29 de octubre. Solamente en esos tres días se solicitaron más de 35 millones de órdenes de venta de acciones, un auténtico maremoto de órdenes de venta sin comprador… Al cierre del martes 29 de octubre de 1929 las acciones de la Bolsa de Nueva York se habían devaluado por una cantidad equivalente a la mitad del Producto Nacional Bruto de los Estados Unidos. En una semana se perdió diez veces el presupuesto del Gobierno Federal.
Hacemos varias entradas al blog para entender las causas y las consecuencias de este crack del capitalismo primitivo.
“Durante la última semana de octubre de 1929, la mayoría de los especuladores -desde los poderosos financieros del downtown de Manhattan hasta el ama de casa aficionada que comerciaba con acciones en la Bolsa de San Francisco- tardaron apenas unos días en pasar de ser los agentes de su propio éxito, sin nada a lo que dar gracias más que su propia perspicacia y voluntad infatigable, a ser víctimas de un sistema profundamente defectuoso y quizás incluso corrupto, el último responsable de su defenestración. Una caída en los índices, una epidemia de miedo, un frenesí de ventas impulsado por el pesimismo, una incapacidad generalizada para responder a llamadas a reponer la garantía… Sea lo que sea lo que causó el desplome que a su vez se convirtió en pánico, una cosa estaba clara: ninguno de los que había contribuido a inflar la burbuja se sentía responsable de su estallido. Eran las víctimas inocentes de un desastre que casi parecía natural.”
Hernán Díaz, “Fortuna”. Ed. Anagrama, 2023
Premio Pulitzer de Ficción 2023
Alejandra Blanco González